El camino es una sección de un importante itinerario interregional que ha unido durante siglos la costa cantábrica con la meseta castellana. En el siglo XVI, Hernando de Colón describe dos veces el camino: una como parte del itinerario de San Vicente de la Barquera a la feria de Medina de Rioseco y otra como vía de comunicación desde Toledo a San Vicente de la Barquera. Estructura el valle de norte a sur discurriendo principalmente por la margen derecha del río Nansa, excepto en el tramo medio entre Rioseco y Santotís que lo hace por la orilla izquierda. Conectaba con numerosas otras vías principales y secundarias de comunicación.

En Puentenansa, lugar denominado Vado de Nansa aún en el siglo XVI, el camino cruza el río por un vado hasta Rioseco, donde destaca una tradicional hilera de casas. El itinerario hasta Cosío sigue la margen izquierda del Nansa entre robles, hayas y vegetación de ribera. En las proximidades de la antigua Venta de Villar se divisa al otro lado del río el Balneario de la Brezosa. El núcleo de Cosío es en su mayor parte un conjunto de edificaciones tradicionales en el que se resaltan algunas casonas de magnífica factura. De aquí parte hacia el este, dirección a San Sebastián de Garabandal, otro itinerario alternativo hacia Castilla a través de las faldas de Peña Sagra y por el denominado Camino del Potro. El camino continúa hacia el sur cruzando el río Vendul por un antiguo puente alomado restaurado en el siglo XVIII según se lee en una dovela en el intradós. Sobre el cerro que separa ambas rutas se levantaban las ruinas de la antigua torre de Cosío. La traza del camino continúa entre fincas por la vega hasta Rozadío, donde destaca la Casona de El Campo y otro antiguo puente alomado que permite acceder a la margen derecha del río Nansa. El camino, hoy parcialmente invadido por la carretera, continuaba por la margen izquierda del río hacia las localidades inmediatas de Sarceda, Santotís y Tudanca.