Sierra de Peña Sagra

Sierra que separa los valles del Nansa y de Liébana y que constituye una de las principales referencias paisajísticas de la región.

Destacada sierra que se extiende en dirección Noroeste- Sureste y separa los valles del Nansa y de Liébana a lo largo de 13 km.

Configurada a partir de una espesa serie de sedimentos paleozoicos de naturaleza silícea (conglomerados y areniscas principalmente) muy resistentes y fuertemente inclinados hacia el Noreste, Peña Sagra presenta un relieve muy enérgico en sus dos vertientes y alcanza rápidamente alturas notables destacando mucho sobre su entorno. De este modo la línea de cumbres, que forma una estrecha cresta rectilínea, supera la cota de 1900 metros a lo largo de 9 km seguidos culminando a 2047 en el vistoso Cornón. Esta altura, junto a su posición separada del eje de la Cordillera, hacen que las cumbres de Peña Sagra ofrezcan una de las mejores vistas panorámicas de la región y, de forma simétrica, sean uno de los hitos paisajísticos más destacados de la misma.

Muy expuesta a los húmedos vientos marinos, Peña Sagra registra precipitaciones muy abundantes que dan lugar, entre otros, al Vendul y al Tanea. En épocas más frías, durante el Pleistoceno, gran parte de su vertiente septentrional quedó recubierta de hielos permanentes y si en la actualidad los glaciares han desaparecido, sus inconfundibles formas de modelado siguen dominando gran parte de sus laderas y resultan fácilmente reconocibles incluso a gran distancia.

El relieve de Peña Sagra impone un rápido escalonamiento del clima y de la vegetación que propicia la existencia de una importante biodiversidad y variedad de ambientes. Así, mientras que las áreas culminantes están ocupadas por arandaneras y turberas que pueden evocar los ambientes árticos, las laderas albergan excelentes abedulares y, más bajo pero a muy escasa distancia, hayedos o robledales. En muchos lugares estos bosques han sido sustituidos por pastizales y prados con invernales que, a juzgar por abundantes testimonios arqueológicos, deben tener un origen muy antiguo y constituyen hoy importantes elementos patrimoniales además de un recurso económico de primer orden.

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