Cires (Lamasón)
Núcleo rural que conforma un paisaje de concejo representativo, y lugar relevante en el Camino Real de Liébana a la costa por Lamasón
Este pueblo se localiza a 527 m de altitud y a media ladera de un pequeño interfluvio. Fue lugar de tráfico comercial, de parada y posta, y de recaudación del portazgo, por su ubicación en el Camino Real de La Montaña de Liébana a la costa por el valle de Lamasón, cuyo trazado, a pesar ya de su declive, quedó representdo en el mapa de Francisco Coello de 1861. A finales del XVIII, tres de sus cuatro puentes eran carreteros y no de madera, yentre sus edificios todavía resiste, como recuerdo, uno conocido como El Mesón.
El barrio de arriba se alinea con la iglesia en un rellano, dominando las tres mieses (122 has entre la de la Serna, la de Cerezo y la Cuerne de Arriba) que recuerdan la rotación trienal introducida en el siglo XVIII (cereal de invierno como el trigo o la escanda, de primavera como el maíz y barbecho). Entre estas mieses, y también en sus bordes, aparecen pequeños bosques que en otras épocas surtieron de leñas y hoy presentan una vegetación muy diversa: unos combinando parcelas de eucalipto, pino y rebollo; otros con mezcla de rebollos, fresnos y avellanos, e incluso algunos cerezos o manzanos. El cultivo dejó paso a los prados, y hoy, en éstos, se integra ya algún cultivo de frutales y, sobre todo, crecen plantaciones forestales que están cambiando el paisaje.
Los prados con invernales, dispuestos entre los 350 y los 900 m de altitud, se fragmentan en cinco parajes que reúnen 153 has: San Pedrillas, Carraceu, Las Coronas, Las Erías y Navas. De los 61 invernales catalogados, 46 mantienen su función ganadera. Estos prados se cierran para realizar la corta de primavera en los más bajos y de verano en los más altos, y proceder a una segunda corta con las primeras lluvias del otoño (la toñada); durante la parada vegetativa se abren al ganado. Todo su entorno lo ocupa un monte bajo de matorrales y arbustos que, en dos áreas, alcanzan porte y masa para definir sendos bosques de robles. La plantación de pino protege la ladera de un monte del ayuntamiento.