Molino de Camijanes
Este molino, también llamado de Riaño,ya existía hacia 1750 y estuvo en uso hasta la mitad del siglo XX. Además de moler maíz produjo energía eléctrica para su propio servicio.
Se localiza en La Nogalera de Camijanes y deriva agua del río Nansa mediante un largo azud (90m) de planta recta y sección vertiente. Inicialmente estuvo hecho con piedra y después se amplió con hormigón. En 1960 se le añadió una escala para peces.
El canal de derivación, de 150m, es de sección rectangular con solera y cajeros de piedra que recibe el caudal de una doble toma regulada mediante compuertas. Está construida en hormigón y vierte al canal bajo dos arcos rebajados. La sección del canal no es uniforme, se ensancha en las inmediaciones del molino para formar la cámara de carga, allí la solera ha sido reparada con hormigón ciclópeo y una parte del cajero ha sido revestida con ladrillos. Hacia la mitad del trazado cuenta con un canal aliviadero regulado mediante compuerta tajadera como delatan las muescas verticales talladas en los sillares. A la altura de este aliviadero, y sobre el canal, hay un puente de piedra de dos vanos.
El edificio del molino es de planta cuadrada originalmente ejecutado en piedra. Hoy son visibles las esquinas de sillería, y los dinteles de algunos vanos, el resto ha sido enlucido con mortero. La cubierta es de teja industrial y se ha sustituido la estructura de madera original que la sustentaba.
La entrada de agua se realizaba mediante tres tomas rectangulares pequeñas que alimentaban tres rodetes, y la salida al desagüe a través de un vano con un arco circular de piedra. Tuvo tres juegos de piedras de moler de 1.30m de diámetro.
Al igual que otros de la zona perdió la concesión hidráulica a mediados del siglo XX al entrar en funcionamiento los Saltos de Nansa. Entonces se le suministró energía eléctrica para seguir funcionando de este modo.