Salto Hidroeléctrico de Celis

El salto se inicia con un canal que capta agua en el azud de Celis y en los ríos Vendul, Celucos y La Molina, que conduce hasta un depósito del que parte la tubería forzada que llega a la central

Este salto y el de Herrerías se decidieron cuando ya estaban en trámite los proyectos de los dos superiores. Los ingenieros pensaron que en los 219m de desnivel entre Rozadío y el mar, y una vez el río estuviese regulado mediante el embalse de La Cohilla,  era posible seguir aprovechando la energía del agua. La idea fue muy bien recibida por la administración pública, preocupada por “el estado de falta de energía que vivía España en el momento”. Por ello este salto fue declarado de “construcción urgente” y pudo acogerse a los beneficios legislativos sobre expropiaciones y suministro de materiales.

El canal de Celis tiene 10km de longitud en los que salva un desnivel de 10.45m. En su mayor parte discurre a media ladera intercalando tramos en trinchera y en túnel.

La captación principal sucede en el azud de Celis. En su recorrido destaca el paso del barranco de Rioseco mediante un puente- sifón (175m) que permite a la conducción forzada descender por una ladera y ascender por la otra hasta una cota inferior desde donde continua en túnel.

Desaguado el caudal en un depósito rectangular con capacidad para 8000m3, una tubería de 237m la transporta hasta la central. Al igual que las de otros saltos, está formada por tubos de chapa de acero doblada y soldada, uniones roblonadas y bridas y anclada a macizos de fábrica.

Al llegar a la central la tubería se bifurca en dos ramales que se entierran y llegan perpendiculares a la fachada para conectarse a los rodetes. Como en Rozadío, las válvulas de compuerta están en el interior de la central. Esta se ubica en el barrio de La Herrería, aguas abajo del canal de desagüe del Molino de Redondillo, que fue demolido. Es un edificio de planta rectangular y 450m2, con el interior diáfano, fachadas horadas por grandes ventanales y cubierta a dos aguas.

Fue el último salto en construirse. Los equipos, consistentes en dos turbinas FRANCIS de eje horizontal, comenzaron a funcionar en 1952. Fueron renovadas en 1988 pero se han conservado las carcasas originales.

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