Mirador de Lafuente-Lamasón
Conjunto paisajístico dominado por la linealidad y el fuerte contraste entre un paisaje rural y otro de montaña.
Desde este mirador sobre Lafuente, se observa el contraste entre un paisaje rural y otro de montaña, lo que no impide percibir todo ello como parte de un conjunto indisociable en el que las estructuras del relieve juegan un papel esencial. El paisaje rural de los núcleos rurales y sus mieses se dispone a modo de banda por el fondo de la depresión que, de Este a Oeste, corta transversalmente el valle del Nansa, favoreciendo la conexión con el del río Deva. Este paisaje, producto de una intensa ocupación histórica, poblacional, agraria y caminera, se interrumpe de repente, creando un límite bien definido en el horizonte. Comienza entonces el paisaje de montaña de las sierras calizas del Escudo de Cabuérniga, Arria y Ozalba, donde los fuertes desniveles y la erosión no impiden el uso humano pero sí reducen su ocupación.
Los rasgos característicos de este conjunto paisajístico son su linealidad visual y el fuerte contraste morfológico, vegetal y cromático que aquel rasgo subraya. Frente al corredor deprimido, los escarpes y el volumen imponente de una sierra que, aunque de baja altitud, transmite el efecto barrera que produce su disposición transversal a los valles principales y su separación de la marina. Las antiguas mieses, hoy prados, trepan abancaladas por el pie de la ladera, creando con sus ribazos, la vegetación y las siegas un mosaico de tonos verdes vivaces; pero en cuanto la pendiente se pronuncia, apenas hay ya suelo para el matorral y rápidamente crece una vegetación escasa con algunos encinares que apenas destacan entre la blancura de la roca y los pedregales. El pino y el eucalipto se alejan de las laderas de mayor pendiente para ocupar, cada vez más, parcelas de la mies, alterando de este modo un paisaje que, sin dejar de transformarse, ha mantenido los rasgos esenciales de su función agraria. Alzando la mirada hacia los collados se adivinan los pastizales y, aprovechando pequeñas áreas de ladera menos pendiente, se cuentan algunos prados con invernales.
Descripción realizada por José María de Pereda sobre el poblamiento del Valle del Nansa en 1895.
Topónimo que indica la presencia de surgencias de agua en terrenos calizos.
Es la casa más importante de Lafuente. Presenta dos cabezas rústicas, una fechada en 1625, que flanquean a una portalada.
Iglesia construida a finales del S-XII, ubicada en el núcleo de Lafuente. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1983. Su entorno ha sido restaurado por el Programa de Desarrollo Rural, Patrimonio y Territorio de la Fundación Botín.
La conexión entre los valles de los ríos Nansa y Deva se realiza con la carretera CA-282 que conecta Puentenansa con el término municipal de Peñarrubia, en el pueblo La Hermida.
Serie de sierras alineadas de Este a Oeste que separa las comarcas litorales de los tramos medios y altos de los valles.
El molino está en Lafuente (Lamasón) y capta las aguas del arroyo Fuente La LLosa. Se documenta su actividad desde la mitad del siglo XVIII y dejó de funcionar en los años ochenta.
El molino está en Lafuente (Lamasón) y capta las aguas del arroyo llamado Fuente de La LLosa. Se documenta su actividad desde la mitad del siglo XVIII y dejó de funcionar en los años setenta.
El molino está en Lafuente (Lamasón) y capta las aguas del arroyo llamado Fuente de La LLosa. Se documenta su actividad desde la mitad del siglo XVIII y dejó de funcionar en los años sesenta.
El molino está en Lafuente (Lamasón) y capta las aguas del arroyo llamado Fuente de La LLosa. Se documenta su actividad desde la mitad del siglo XVIII y dejó de funcionar en los años setenta.
Es un conjunto hidráulico que abastece el barrio de Los Pumares en Lafuente. Está formado por una fuente, un abrevadero y un lavadero en disposición lineal que conduce agua del manantial de Martimerodio
Lafuente configurado por una serie lineal de barrios construidos en torno al camino medieval. Destacan la surgencia y la iglesia de Santa Juliana
Raza de tronco ibérico, próxima a la estirpe africana, que durante siglos compuso la cabaña ganadera acostumbrada a aprovechar los pastos de montaña.