Presa y embalse de Palombera
En el embalse de La Palombera toma agua el último salto del sistema Nansa. Lo hace mediante un antecanal regulado con una compuerta que atraviesa el estribo izquierdo de la presa
Este embalse colecta aguas del Nansa y del río Lamasón, y se utiliza con fines de regulación diaria (atender la demanda de las puntas de energía) y semanal.
La presa es de gravedad y vertedero (los aliviaderos están en la coronación de la presa), de planta recta, de 25m de altura sobre cimientos y 71m de longitud de coronación. Es capaz de embalsar 1,8Hm3, pero se usan menos de la mitad, los recogidos en los 4m superiores del embalse. Está ubicada en un suelo con roca caliza de gran resistencia y pureza lo que simplificó y abarató su construcción, ya que para cimentar solo fue necesario retirar unos centímetros de acarreos del cauce.
Comenzó a construirse a finales de 1945 y entró en servicio en 1949. Inicialmente se proyectó una escala para peces en la margen derecha, junto a la carretera, pero la que años después se construyó lo hizo en la otra orilla. Es una escala del tipo artesa, con escalones de vertedero central de 4,5mx5m y 90cm de desnivel entre escalones. En 1955 era la más grande construida en España, pero demostró poca utilidad. Se esperaba que los salmones entraran al embalse desde el antecanal, donde termina la escala, pero la compuerta sumergida que regula la entrada de agua al canal lo impidió. Por ello se inutilizó la escala, tal y como ahora se puede observar.
La apertura y cierre de compuertas (aliviaderos, antecanal) y el control y vigilancia de este salto se lleva a cabo desde el centro de control de Rozadío.