Presa y Embalse de la Cohilla
Presa y Embalse de la Cohilla
Es la presa más relevante del sistema Nansa porque sin ella no se podría generar tanta energía, y un reto para la ingeniería de la época: fue la presa bóveda más alta (116m sobre cimientos) de España.
Para su emplazamiento se eligió el cañón de Bejo, un lugar angosto con una roca sana, dura y en grandes masas, adecuado para encajar una presa bóveda; mediante un zócalo de gravedad se cierra la parte más estrecha del cauce. Una galería perimetral permite recorrer el cuerpo de la presa. Cuenta con dos desagües de fondo que permiten vaciar el embalse en 8 días, y un aliviadero de superficie flanqueado por dos muros de hormigón con una compuerta de 11x7.5m que vierte las aguas a un túnel excavado en la roca, con un diseño que asegura lanzar el agua a gran velocidad al fondo del Vallejo de Lesna.
En la construcción, que comenzó en 1943, fue preciso desviar el río y excavar su lecho. Está hecha de hormigón, con piedra obtenida de canteras próximas y cemento de la fábrica Alfa en Mataporquera. Y se decidió armarla con varilla de acero para evitar grietas durante la ejecución. Las máquinas para machacar la piedra, la instalación de hormigonado (dosificadoras, mezcladoras, laboratorio) y el blondín (sistema de elevación y desplazamiento del hormigón) eran de patente suiza. El transporte del material, en el estado de las caminos a mitad del siglo XX, fue también un reto: el cemento viajaba en el ferrocarril de La Robla hasta Cervera de Pisuerga y desde allí hasta la presa a lo largo de 50km de pésimas carreteras. Entre la numerosa mano de obra necesaria para construirla hubo obreros presidiarios.
El hormigonado comenzó en 1945, y para ello se dividió la presa en bloques independientes unidos mediante juntas. Cinco años después se cerraron los desagües de fondo y se empezó a embalsar agua. En la madrugada del 12 de mayo de 1951 se llenó por primera vez el embalse, con capacidad para 11.3hm3
La presa dispone de instrumentación de control variada para medir deformaciones por diferentes sistemas. Las cuatro casetas (aguas abajo) permiten colocar el instrumental topográfico con el que cuantificar las oscilaciones del cuerpo de la presa con cargas (embalse lleno/vacío) y temperaturas extremas.