Patrimonio Arquitectónico
Patrimonio Arquitectónico
El patrimonio arquitectónico lo constituyen tanto los edificios aislados como los conjuntos de construcciones que conforman un pueblo o un centro histórico, y los espacios diseñados para el ocio como los jardines.
El patrimonio arquitectónico lo constituyen tanto los edificios aislados como los conjuntos de construcciones que conforman un pueblo o un centro histórico, y los espacios diseñados para el ocio como los jardines. Algunos elementos del patrimonio arquitectónico del Valle del Nansa y Peñarrubia se hallan protegidos por la Ley 11/1998 de Patrimonio Cultural de Cantabria. Pero existen otros muchos elementos arquitectónicos que los pueblos valoran porque forman parte de su historia, de sus leyendas y creencias, o de su memoria colectiva, incluso aunque sean modestos en su fábrica o toscos en su acabado. Es precisamente el respeto hacia estos bienes considerados propios, que se ha transmitido a través de generaciones, lo que ha permitido su conservación y aprecio en nuestros días.
Una buena parte de los edificios aislados del Valle del Nansa y Peñarrubia que se pueden considerar patrimonio arquitectónico, pero que no está inscrito en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria, son de carácter religioso (ermitas, iglesias), pero también hay un importante conjunto de arquitectura civil relacionada con los sistemas de poder de otras épocas (casonas). Los conjuntos arquitectónicos que forman los pueblos y que constituyen el centro en torno al cual se organizan las tierras agrarias y ganaderas conformando un paisaje rural, se han considerado, en esta web, piezas relevantes del Patrimonio Territorial.
El documento en el que se exponen las principales ideas sobre preservación e intervención en este tipo de patrimonio se hallan en el Convenio del Consejo de Europa sobre la salvaguarda del Patrimonio Arquitectónico, que fue firmado en Granada en 1985.
Destacan tres casas del S-XVIII en Puente Pumar. Una, la “del Inquisidor” situada cerca del río y las otras, en la zona alta, las de “los Coroneles”.
Ermitas ubicadas en el núcleo de Cabanzón.
Estos barracones sirvieron de alojamiento para la mano de obra presidiaria que trabajó en la construcción de las infraestructuras de los Saltos del Nansa.
Estos edificios fueron dos bloques de viviendas situados en Celis (Rionansa) junto a la central hidroeléctrica del salto. Uno fue demolido antes de terminar el siglo XX y el otro no se llegó a terminar
Ermita situada en el núcleo de Santotis, reedificada en 1724 a petición de los fieles.
Casa situada en la plaza del Tarrero en el núcleo de Cosío. Construida durante el S-XX que presenta escudos antiguos.
Torre del Pontón ubicada en el núcleo de Linares. Declarada Bien de Interés Cultural en 1992, ha sido rehabilitada como centro cultural.
Santuario del S-XVII perteneciente al núcleo de Tudanca. Situado entre empinadas brañas, toma su nombre del arroyo que pasa junto a él.
Este edificio se localiza Rozadío (Puentenansa) junto a la carretera CA-281. Fue la vivienda de un ingeniero de la sociedad Saltos del Nansa, y también se conoce como “el chalet del ingeniero”.
Iglesia ubicada en Sarceda cuyo origen se sitúa en el Gótico, si bien en 1734 se emprendió la reedificación de la capilla mayor y de la sacristía.
Ermita ubicada en el núcleo de Quintanilla que fue reedificada en 1759. El templo conserva en su interior tres retablos de tipología rococó.
Casa construida en 1698 en Pedreo. Se encuentra presidida por un escudo de armas cuartelado y timbrado por yelmo afrontado.
Iglesia con planta de cruz latina situada en Puente Pumar. El edificio, según la inscripción de la clave central de la bóveda del coro, es de 1781.
Iglesia ubicada en el núcleo de Bielva. Fue construida en dos momentos: la cabecera y arco triunfal son de época gótica y el resto de época moderna.
Iglesia ubicada en Cicera desde donde se tienen magníficas vistas al Pico Ajero y a Picos de Europa. Presumiblemente es de la primera mitad del S-XVIII.

