San Mamés

San Mamés ocupa un territorio extenso desde las cumbres de Peña Sagra al río Pejanda, con mieses y praderas, bosques, prados con invernales, brañas

El asentamiento de San Mamés, cuyo origen se remonta a la época de la repoblación monástica tras el inicio de la Reconquista, está situado sobre un rellano de la ladera en un punto del camino de Campoo a Liébana por Buyezo. Compacto y de estructura alveolar, está formado por barrios donde diversos tipos de casas, establos, pajares y socarreñas se agrupan de forma orgánica, como respuesta a la topografía irregular del terreno de grandes pendientes y a las necesidades funcionales de las actividades agrícola-ganaderas, con espacios para patios, huertos y corrales exteriores.

Entre su caserío destacan la iglesia y sus cuatro casonas, entre las cuales sobresalen las de La Fuente Antigua y la de los Montes Caloca.

Las mieses de cultivo se sitúan junto al núcleo, al sur, al este y al oeste del mismo, extendiéndose por las zonas más llanas, donde aún se aprecia el escalonamiento con bancales, y fértiles, con abundante presencia de agua que suministran el arroyo y los regatos, alimentados por la escorrentía de la ladera.

Más allá de las mieses se extienden las áreas de monte bajo y matorral, actualmente en expansión con robles y encinas, ocupando zonas que antes fueron prados.

Alejado del pueblo se encuentra el barrio de la venta de Pejanda, situado junto al puente sobre el río del mismo nombre y el Nansa, en el cruce de los caminos de Liébana y Castilla.

Enfrente, hacia el sur, se puede ver el núcleo de Belmonte con sus dos barrios, el terrazgo de prados y las mieses que lo rodean, el monte y el bosque en su entorno; a la derecha el camino que conduce a los invernales y en la parte inferior la ribera del río Guariza, donde se conservan los restos del molino, y el camino de La Colobrera que enlaza Belmonte y San Mamés entre sí y con el molino

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Elementos de interpretación: Núcleos rurales